No tengo palabras suficientes para agradecer a vuestra Fundación la ayuda que nos habéis prestado. Gracias a Vosotros Raúl cuenta con una silla nueva, adaptada a sus necesidades. Tanto su padre como yo estamos muy felices. No me canso de repetir lo dichosa que me siento. Fundaciones y Asociaciones como la vuestra, interesadas en el bien de los demás, deben sobrevivir por encima de las turbulencias sociales y políticas de nuestro país. Aprovecho para demostrar el reconocimiento de vuestra acción para con nosotros por parte de la Asociación de Quintanar de la Orden, centro donde asiste nuestro hijo diariamente. Ellos también han querido sumarse a este agradecimiento, pues consideran que era una necesidad imperiosa y gracias a vosotros se ha hecho realidad. Sin otro particular aprovecho la ocasión para enviarlos un cordial saludo y reitero mi gratitud. Un abrazo Maricarmen